La energía solar, uno de los principales tipos de energía renovable, juega un papel fundamental en la transición energética. Esta energía se transformará en energía térmica o eléctrica mediante la instalación de placas solares fotovoltaicas o placas solares térmicas. La utilizaremos en nuestro día a día, para hacer funcionar un negocio o una vivienda, y otros usos. El autoconsumo fotovoltaico consiste en producir electricidad para el consumo propio a través de paneles solares. En este artículo os explicamos las diferencias que hay entre estos dos tipos de paneles solares.
placas solares térmicas
El funcionamiento de este tipo de placas es sencillo: en su interior hay unos tubos en los que circula líquido, como agua, agua con anticongelante o alcohol, y al incidir la luz del sol sobre ellos, el líquido se calienta y transmite ese calor a un depósito o intercambiador. La energía solar térmica se utiliza generalmente para calefacción y agua caliente para uso higiénico, residencial o industrial. Los paneles térmicos pueden aprovechar hasta un 70% de la energía solar incidente, y son excelentes para calentar agua. Aunque son de fácil instalación y mantenimiento, sus aplicaciones son limitadas, y normalmente tienen menos durabilidad que los paneles fotovoltaicos.
Placas solares fotovoltaicas
Por otro lado, las placas solares fotovoltaicas producen energía eléctrica utilizando módulos fotovoltaicos, capaces de transformar la energía solar en electricidad. Las células fotovoltaicas que forman las placas, al recibir la radiación solar, se ionizan y liberan electrones que mediante su interacción producen corriente eléctrica. Estas pueden usarse para todo tipo de sistemas que sirvan para alimentar cualquier aplicación que precise energía eléctrica. Aunque los paneles fotovoltaicos representan una inversión inicial importante, si son de buena calidad, pueden funcionar durante 30 años o más, y puede suponer un ahorro de energía en casa de aproximadamente un 30-40%, siendo superior en una empresa.
APOSTAR POR EL AUTOCONSUMO
La energía solar es una fuente de energía limpia e inagotable que ayuda a reducir la huella de carbono de manera significativa y es la mejor alternativa para ahorrar en las facturas energéticas.
